13 de noviembre de 2009

Todo contigo...

3 nota/s afinadas




Voy a columpiarme entre versos,
entre renglones rectos que ahuyenten
la retorcida caligrafía del alma.

Voy a escribir cientos de palabras
que finjan conocer mis sentimientos.
Sencillos, complejos… nuevos.

Voy a leer cuentos infantiles
que me recuerden lo bello de vivir,
lo más cierto, lo más puro,
que mi escuela huele a naranja.

Voy a pintar en un papel
garabatos de niño pequeño
para no olvidar nunca la edad temprana
donde aprendí lo verdadero.

Voy a soñar sin miedo
que lo real es cierto.
Eso es lo bello,
lo bonito de dormir y lo precioso de acabar el sueño.

Voy a tocar te quieros al instrumento,
abrazos y besos en la vibración intensa de un cuerpo,
señales acústicas a un oído experto.

Voy a rozar un cuerpo desnudo
disfrazado de teclas negras y blancas,
voy a contemplar el misterio
desde el corazón del misterio.

Voy a componer melodías sin final,
acordes perfectos mayores y menores,
preludios, ludios y posludios,
un vals, quizá, en tres por cuatro.
Una canción a tiempo para tenor y contralto.
Un dueto.

Voy a cantar la escala de sol mayor
justo después de rozar el cielo con la punta de los dedos,
justo después de morir calcinado
entre tus labios de fuego.

Voy a buscar la felicidad sin límite
de la mano de una sonrisa infinita.

Voy a quedarme dormido mirando al techo,
a una estrella azul cielo
que alumbra todo mi mundo,
ahora perfecto.

Pero todo...
Todo contigo.
Te Quiero.


20 de octubre de 2009

Vamos a jugar a un juego

2 nota/s afinadas



Supongo que si quisiera escribir un cuento no empezaría así. Pero en realidad sí que quiero hacerlo. Quiero escribir un cuento. Quiero escribir la historia del día que aprendí a montar en columpio. Para que, con el paso del tiempo, algunos también lleguen a aprender a hacerlo y sientan lo que siento. Aunque otros, la mayoría o quizá todos, deban conformarse con leer lo que cuento.

Me llevabas de la mano por un parque. Verde y repleto de sueños. O eso nos parecía a nosotros. A cada paso, un deseo, un anhelo y un beso. ¡Qué bello es soñar a tu lado! Pero no digamos eso, sólo dejemos que pase.
El viento esta vez fue el culpable, quien arrastró la voz dulce e inocente de dos niñas que jugaban en el parque.

Si mis manos se mirasen se querrían mucho más,
entonces se besarían y se irían a pasear.
Pero a una de mis manos, yo no sé qué la pasó,
que de pronto pegó un salto y a la otra la aplastó.
Estuvieron un buen rato pegándose,
hasta que una se cansó
y echándose a un ladito dormidita se quedó.
Y la otra arrepentida a su amiga acarició,
prometió no hacerla daño
y muy fuerte la abrazó…

El sonido de dos besos rítmicos entre sus manos coincidió con los nuestros… Y multitud de susurros inundaron nuestros cuerpos. Comenzaban en nuestros oídos, se adecentaban, presumidos, y correteaban entre cada centímetro de nuestra piel para ponerla en estado de guardia. Nuestras almas reventaban, nuestro pecho estallaba y de tus labios salieron las mejores palabras jamás pronunciadas… “Todo es mágico a tu lado. ¡Siento escalofríos de pura felicidad!”

Caminábamos juntos dispuestos a descubrir Nunca Jamás. La segunda estrella hacia la derecha, todo recto hacia la mañana. Es como leer entre sábanas que mi escuela huele a naranja. ¿Sabes lo que es un deseo? Compartimos cientos de ellos aquél día en aquélla cama. Es como pensar en ti cada noche antes de perder la conciencia entre la almohada, es como sentir tantas ganas de protegerte de los fantasmas. Esos que te despiertan y no sabes por qué. Que te hacen daño porque te dan pellizcos. Que te dan miedo porque no los puedes ver y te cuesta volver a dormir. Es como mirar por la ventana, contar diecisiete estrellas y suspirar por volverte a ver en la mañana.

¿Por qué silbaste esa melodía entonces? ¿Por qué justo en ese preciso instante entonaste esas notas mientras me mirabas? Tiempo después sentado al piano las recordé y 564 figuras quedaron grabadas entre las yemas de mis dedos para recordarte que Peter Pan te quiere. En cada caricia que sientas a lo largo y ancho de tu anatomía. En cada centímetro de tu piel que roce… Sonidos perfectos que envío al fondo de tu pecho. Esta seda, ¿la sientes? Todo esto, ¿lo compartes?

“Vamos a jugar a un juego”. Tu sonrisa infinita hizo que dirigiera mi mirada hacia los columpios. Sabía que querías ir. Sabía perfectamente que íbamos a actualizar esas sensaciones infantiles de hacía tiempo. Pero yo no podía. Yo no sabía… montar en columpio. Tú me enseñarías, ¡claro que sí!
Una vez que cada uno de nosotros nos acomodamos en el viejo neumático, comenzó el balanceo. ¡Y tus carcajadas!

- Pareces tan torpe… ¡Mira cómo se hace!

Yo lo intentaba, de verdad que lo intentaba… Pies hacia delante, pies hacia detrás. El cuerpo relajado, las manos sujetando el columpio.

- Vamos, pones el cuerpo muy tenso al llegar arriba. ¡Tienes que estar menos rígido!

No avanzaba, no me balanceaba tanto como tú. ¡Pero si lo estoy haciendo bien! Pies hacia delante, pies hacia detrás. El cuerpo relajado, las manos sujetando el columpio. Y de repente, de tu mano, visité ese mundo al que no pude viajar en mi niñez. Con una sonrisa inmensa me adentré de lleno en la brisa que iba y venía, en esa libertad plena que supone sentir el vaivén de tu cuerpo en el espacio vacío de un parque repleto de niños. De sus ilusiones, sus juegos, sus risas… Pero una burbuja de aire nos aisló, te amé en completo silencio infinitamente y de un salto abandoné el columpio, te abracé contra mi pecho y tuve la necesidad de agradecerte aquello. Esa sensación. Todo esto. Gracias…

Vamos a jugar a un juego… que suponga esta pequeña felicidad absoluta.


30 de julio de 2009

El poder del amor

1 nota/s afinadas





¿Qué puede hacer el amor?

Podría demostrártelo, supongo…
Puedo imaginar una vida a tu lado, con la felicidad absoluta entre tus manos.
Puedo hacer que te emociones sentada sobre mí, por sentirte querida sobremanera.
Puedo abrazar la guitarra para escribirte canciones que te recuerden que eres perfecta y que quizá no vuelvas a escuchar nunca.
Puedo tocar samba, salsa, bossa y ritmos foussionados para buscarte entre el público sin encontrarte.
Puedo pensar un instante en ti, volcar mi corazón en un papel y devolver la poesía que me regalas.
Puedo soñar, como casi siempre, sentarme al piano y devolver las notas que me mandas desde la distancia.
Puedo ocultar el sol si lo pides, o vaciar el mar a cucharadas.
Puedo abandonarme, olvidarme de mí mismo para ofrecerte todo lo que tengo.
Puedo vivir lejos y sentirte cerca, tenerte cerca y desearte aún a menos distancia.
Puedo hablar con Dios para darle gracias. Por ti, por mí, por los dos.
Puedo secarte las lágrimas con mi mejilla, besarte y dedicarte el te quiero más sincero.
Puedo alcanzar lo más profundo del alma en tu mirada para acariciarlo y cuidarlo con mimo.
Puedo recordar abrazos, besos, caricias… momentos mágicos a tu lado.

Puedo demostrarte lo que puede hacer el amor, aunque también pueden otros, supongo…

Sé feliz, sonríe. Es lo importante, es lo que quiero. Y no te olvides de…

13 de julio de 2009

Poesía de vuelta

1 nota/s afinadas




Creo que ahora toca preguntarse si alguna vez estuviste aquí. Si alguna vez fuiste tú quien me abrazó y habló realmente cerca.
Quien me tocó y emocionó cien veces al día durante meses.
Quien hizo que me preguntara en silencio: "¿Por qué eres tan afortunado?".
Quien me regalaba esos besos imposibles y sinceros que sigo guardando como un tesoro en el recuerdo.
Quien me enviaba desde la distancia notas y versos interminables.
Quien me cuidaba a cada segundo y me abrigaba entre sus dos alas blancas alejando de mí cualquier peligro.
Quien hizo que todo fuera bien.
Quien sonreía y hacía olvidar.
Quien me enamoró de verdad y a quien quise desde dentro, desde donde se quiere.
Quien hacía que me sentara al piano para sentirla cerca.
Quien lloraba empapando mi mejilla porque había algo dentro de ella.
Quien me enseñó que abrazar una guitarra era tenerte entre las manos.

Y quien me hizo ver que yo no era para ella. No ahora, no nunca. Un corazón roto, muchas lágrimas y muchos versos después, aquí estoy. Sigo cayendo hasta que la gravedad quiera. Hay luz, hay música, versos y grandes compañeros de viaje... ¿dónde estás tú? La última vez que te vi ha sido esta noche entre sueños. Y no quiero, de verdad que no quiero...

7 de junio de 2009

Confesiones que asoman

0 nota/s afinadas





Me senté al piano, posé las manos sobre el teclado y sonó. Ni siquiera pensé en cómo hacerlo. Sólo quise emocionarte, dedicarte ese momento, hacerte sentir esas notas como un regalo. Al primer acorde le siguió un segundo y entonces nació. Después un beso te dio a conocer la verdad.
--------------------------------------------------------------------------------
"¿Cansarme? Pasar tiempo contigo es mi descanso. Reposo en cada minuto compartido. ¡Estar contigo es tocar un pedazo de cielo!"
--------------------------------------------------------------------------------

Me senté a los pies de la cama, abracé la guitarra, pensé en tus alas y quise volar junto a ellas. "Es música, Álex, puedes hacerlo". Al segundo acorde le siguió un tercero y caí en un sueño eterno. Quise que esa sensación no acabara nunca, cadencia rota en el sexto. Escribí un verso emocionante y sincero. Vuelve la estrofa, más versos. Más idioma desde el cielo con un final abierto que cerró el tiempo.
-------------------------------------------------------------------------------
"Un ángel dormido escucha débiles notas de un canon"
-------------------------------------------------------------------------------

Apoyé la espalda en el cabecero, papel, lápiz y a pecho descubierto asomaron sentimientos que desconocía hasta el momento. El tutti orquestal desbocado en acentos cromáticos, escalas ascendentes, pasión, batuta espasmódica, pelo revuelto, atriles tiritando, arcos yendo y viniendo, cerdas desplumadas, temblor intenso y entonces... silencio. (Punto y final a un gran concierto). "¿De dónde ha salido todo esto? De nuevo en una noche me regala sin motivo algo nuevo... Me encanta."
--------------------------------------------------------------------------------
Dicen que la distancia es el olvido. Y el olvido, no recordar...
Sé que si caigo, no caigo sólo. Sino abrazado a ti para levantarnos juntos.
¿En qué piensas?
--------------------------------------------------------------------------------
A un tercer acorde le siguió un cuarto y compuse a ratos la banda sonora que acompañó nuestros pasos. Aquí suena un beso, aquí un retrato. Aquí una caricia y atenta, escucha, se oyen notas de un canon. Caminábamos de la mano y sentía la caricia de un alma alegre, espontánea que sonreía rizada.
---------------------------------------------------------------------------------
Convertir lo imposible en un quizá, en un improbable pero cierto. En un mañana se verá.
---------------------------------------------------------------------------------

¿Sabes algo nuevo? Siempre quise vivir en un cul de sac... Caminar, girar 180º y mirar desde el final el punto de partida. Recorres con la mirada todo un camino andado con la perspectiva inversa, con la posibilidad de juzgar objetivamente. "Lo hiciste mal, amigo. Rehaz el camino con los errores aprendidos".
Sería bonito vivir en un cul de sac.


7 de mayo de 2009

¿Cansarme?

0 nota/s afinadas




Pasar tiempo contigo es mi descanso.

Reposo en cada minuto juntos,
en cada palabra que intercambiamos,
en cada mirada que cruzamos,
cada risa que me contagias
y cada temblor que me produces.
No puedo cansarme...

Donde muere el silencio,
nace una canción.
Y tú, toda tú eres sonido.
Música en vivo.
Más viva que nunca.
Recién nacida y transcrita después
por un pobre y quizá bohemio extraño
que retrata como puede aquello que siente
(con los cinco sentidos)
en medio de la noche estrellada.

Podría esperar así una vida.
Quizá sea en ese sitio,
donde se unan galanes y jazmines,
notas y versos,
caricias y besos,
angeles y bohemios...


11 de abril de 2009

Tranquilidad nocturna

1 nota/s afinadas


Te quiero.

Es lo primero,

es lo que importa.

Más que ayer.


Pum, pum. Pum, pum.

Siento el pulso agudo del llanto.

Las agujas magulladas del reloj

de la sala de espera.

Las horas tristes pensando

en viajes largos, quizá sin vuelta.

Los gritos duros al aire,

la garganta maltrecha.

La cuerda tensa y preparada.

Salto al vacío

a la inmensidad entera.

Ojos cerrados, todo blanco.

Una muerte pequeña…


“Última llamada a los pasajeros

con destino a Atlantis…”


Imposible. Ni lo sueñes. No llegas.

La negación es gris y pura.

Su inversión, absurda.

Desaparecida.


Y aún así, me agarro a lo perdido.

Corro detrás de lo que queda

e intento alcanzarlo con mis torpes manos,

como si intentara coger pompas aéreas

que bailan entre corrientes alegres de viento.

Una carrera sin aliento y sin maleta

por los pasillos de la terminal

de un aeropuerto sin término.


Mi oído recoge latidos.

Distintos, pero brillantes.

Mis ojos ven una mirada plena.

Profunda y bella.

Mi piel roza caricias espléndidas.

Seda.


Convertir lo imposible en un quizá,

en un improbable pero cierto,

en un mañana se verá.


En una paseo sin rumbo, sólo andar,

en un sonríe porque eres preciosa,

en un “estoy contigo, levántate”,

en un “tengo frío, abrígame”,

en un beso entre las manos,

en una historia que contar,

en una alfombra mágica,

en una luna bella,

en una catedral,

en escaleras,

en ...


La noche es perfecta, la luna indiscreta.

Pero hoy no.

Espera.


27 de febrero de 2009

A oscuras

0 nota/s afinadas




No hay luces en la ciudad.
Brilla la oscuridad.
Con ella nace el pensamiento extremo,
el amor sin verbo por entregarte.
Sin palabras inventadas, sin melodías.
Vamos, siéntante y siente...
¿Dónde estás?

Te quiero como a nadie.
A ti, pequeña.
Eres la culpable de sentimientos
que con nadie más sentiría.
¿Quién eres? ¿De dónde vienes?
Tan perfecta, tan linda, tan bella...
Tras un vuelo intenso te encontraste en la arena
y sofocaste el hambre de mi alma en pena.
Fue así: de noche, galán regalado.


El reloj del tiempo corre.
Las agujas rezan, las palabras tiemblan
y tiembla con ellas mi propio corazón.
¿Cuánto queda?


Supongo que acabaremos como dos extraños
juntos aún sin quererlo
con un pasado compuesto,
que vivieron una experiencia única,
que sonrieron juntos de la mano,
que se regalaron lo mejor de sí mismos
de noche, de día y...

Y ahora la luna me silba. Es hora de dormir.
Paseas las calles de una ciudad imperial,
yo te echo de menos desde la capital.
Luce la oscuridad.
Duerme, sueña.
Llegará la claridad.


3 de febrero de 2009

Péndulo compuesto

2 nota/s afinadas




Confusión.
Sentimiento abrupto de la inmensidad del alma.
El obtuso péndulo oscila igual que antes
y alcanza el máximo inoportunamente
sin previo aviso ni previa declaración.
Soy siervo del perdón que tanto imploro
con plenos motivos tras una mala actuación.
Lo siento.
Hoy no era el día.
Hoy era yo.

Confusión dura, por qué negarlo.
Confusión sin respuesta a corto plazo.
Sin futuro, sin presente, con un extraño pasado.
Lloros, risas que se tuercen, un niño muere.
Suspiro en el último tango, se rasga, duele.
Lo siento.
Hoy no era el día.
Hoy era yo.

Confusión que se cura con fusión de sentimientos:
notas, colores, versos, compases lentos.
Tus ojos, tu voz, tus besos.
Saberte cerca sin notarte lejos
tan sólo al pensar que estás sonriendo
con un buen recuerdo.
Tacto de piel latiendo,
te quiero,
sueños,
atento,

primero,
mareos,
viento,
tu pelo,
fuego,
velos,
diseño,

Marruecos,

echarte de menos,

admirar tu belleza en silencio,

infinitos momentos,

ángel bello,

secos,

eterno,

efímero,

singular,

nuestro,

secreto,

misterio,

primero,

hechos,

es cierto,

sedientos

de todo, de agua y de amor.


El obtuso péndulo oscila igual que antes
y alcanza el máximo inoportunamente
sin previo aviso ni previa declaración.

Tu sonrisa basta en esta relación.


¡Viajad, versos amigos! ¡Llegad raudos a su corazón!


"Se rompió la cadena que ataba el reloj a las horas..."

15 de enero de 2009

Tú, yo y la poesía

2 nota/s afinadas




Sólo tres personas conocen
la verdadera realidad de todo esto.
Tú, yo y la poesía.

Ella ha sido testigo fiel
de cada despedida,
de cada reencuentro,
de cada beso,
de cada caricia
y de todo aquéllo que te pedía.


Gracias a ella tolero la realidad.
Gracias a ella resisto.
Me siento creador y recreo lo bello
en contraposición a lo vivido.
Huyo de lo real en un segundo
y atraigo a mi mundo de sueños
las sonrisas heladas de deseos.
Un mundo frenético y perfecto,
pero en el momento justo
en que reposa la pluma,
se para todo.
Todo.


Primero un grito,
luego un lloro
y por último el rasgueo de mi alma,
aullido inmundo del placer que imploro.

Vivir es aprender.
Vivir es despertar cada día
y no dejar de soñar
en que tu sueño es vida.
Sueño con que el corazón
aquí plasmado sonría.
Quizá no mañana ni pasado.
Pero que sonría de nuevo,
como antaño.


11 de enero de 2009

Hoy estuve contigo

3 nota/s afinadas



Creo que sí.
Fue hoy cuando al despertar
justo antes de abrir los ojos
te sentí conmigo.
Noté tu olor y un suspiro
pero un parpadeo me confundió el sentido.
Abracé sin miedo el vacío
con la esperanza de tenerte
y sonreí por infinita vez
ante el recuerdo de tu abrigo.
Hoy estuve contigo.

Fue hoy cuando ante la mirada de un niño
reaccioné perplejo e inocente.
De tu nuevo tu imagen,
de nuevo tus rizos.
Tus ojos bellos recién nacidos
que ilusionan palabras y crean sonidos.
Hoy estuve contigo.

Fue hoy cuando al oír baladas
en mi memoria cansada,
viniste a mí preciosa y alada
y dirigiste una orquesta de sueños
desde donde se escucha la nada.
Un concierto inolvidable, íntimo.
Un baile perfecto, intensamente cogidos.
Hoy estuve contigo.

Fue hoy cuando alcé la vista
en la noche cerrada
y divisé una luna gigantesca,
cercana, limpia y blanca.
Contemplarla tan bella
me llevó a ti
y te hablé, te dije algo.
Creo que fueron dos palabras.
Creo que te di un beso.
Hoy estuve contigo.

Fue hoy cuando al descansar en la cama
añoré tu cuerpo y remedié mis ganas.
Te imaginé durmiendo arropada
bajo mil capas que calienten tu alma.
Y yo a tu lado
guardando los sueños que se escapan
bajo la mirada atenta de tu celosa almohada.
Con cuidado y sin perder la esperanza
de amoldar a tu antojo el destino.
Hoy estuve contigo.

Hoy es siempre.
Hoy es todos los días
desde tu partida.
Hoy me enamoro y te echo de menos.
Hoy deseo que estés bien, que sonrías.
Hoy te quiero (más que ayer).
Hoy empieza y termina para ti.
¡Hoy estuve contigo!


7 de enero de 2009

¿A qué tienes miedo?

3 nota/s afinadas



Soledad. Sentirme solo.
Me ahoga.
Allano el camino sin quererlo
de la quietud más honda
y respiro ceros,
invado la nada de sombras.

Es bueno avanzar con el espíritu del guerrero
y ansiar conseguir todas las cosas.
Transformar esa soledad que te acongoja
en el abrigo tierno del talento puro
con la entera libertad que el mundo agota.

Soledad creadora.

Alcanzo el final del día,
cae la noche, el mundo duerme.
Fuera, oscuridad plena,
sólo las nubes hablan.
A mi lado nadie ni nada.
Bueno, tu recuerdo y mis ganas
de soñar.

Papel, lápiz y luz artificial.
Tu imagen, mi deseo
y cien palabras rompen a flotar.
Rellenan el espacio aéreo de la habitación
y me saludan, me sonríen,
les agradezco su función.
Te mantienen cerca, es suficiente.
Me mantienen vivo, respiro.
No olvido. Escribo y aquí estás.

Descansa.
Es hora de soñar...

 

Concierto para dos almas Copyright © 2010 Black Brown Art Template by Ipiet's Blogger Template