Solo te digo que te quiero.
Con un toque de jazz, con un toque musical.
Con mis dedos en tu espalda o recorriendo un teclado.
Con acordes de novena o quinta disminuida.
Dirigiendo mi mirada a una superficie en blanco y negro para encontrarte escondida entre sus huecos.
Te quiero como sé, como lo siento.
Te quiero. Es lo importante...